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Comparto con ustedes este espacio para transportarnos a los años 80. Estoy seguro que no es la primera ni será la última página de este estilo, por tanto los invito a que me envíen materiales de esa época ochentosa inolvidable y construir juntos un sitio original. Pueden enviar artículos, fotos, vídeos, temas musicales, todo lo que podamos publicar en este blog los puedo recibir al siguiente correo henderviloria@gmail.com , y de esta forma poder avivar y recordar momentos de nuestros tiempos más chamacos. Espero que disfruten de Yo lo viví en los 80. Hender Viloria - @hendervil

lunes, 5 de septiembre de 2011

E.T. y Mario Bros: del éxito al fracaso (I)



Por: Hender Viloria
La relación de Hollywood con los videojuegos no siempre ha tenido –como las películas Disney- un final feliz. Lo sustento con dos decepciones que sufrí en mi infancia. La primera fue con E.T. el extraterrestre, la segunda con Mario Bros, les cuento mi trauma.  Eran mediados de 1982, paradito tuve que hacer una larga cola frente al extinto cine Valle Claro de la urbanización Las Lomas, donde presentarían el film E.T. de Steven Spielberg.  Junto a mis hermanos y primos logramos entrar y disfrutar de este largometraje: la larga espera en la cola y leer los subtítulos a tan corta edad valieron la pena… Hasta allí la alegría.  Al enterarme de la existencia de una versión de E.T. para Atari -el aparato de juegos interactivos más popular de los 80 - mi hermano y yo decidimos recorrer todas las tiendas de Maracaibo y ubicar el producto.  Visitamos Fin de Siglo, Beco, Pasal, Acedo, Bambi, Street’s Poor (callejón de los pobres), y algunas tiendas del “Costa Verde”. En cada tienda nos repetían lo mismo: “tienen que comprar el aparato que incluye el juego de ET”…no crean que esa fue la decepción, fue cuando finalmente pude jugar “ET the videogame”, prestado de un vecino. Ha sido la experiencia más aberrante en juegos de cónsola en mi vida.  En el site juegosmas.com describen con sarcasmo la misión del juego: “(…) es una aventura donde ET debe recoger tres partes de un teléfono (3 cuadritos blancos, vaya) para luego marcharse a casa, además debía huir de sus perseguidores ¡Wow, menudo juego! (…)”  No me dejaba de preguntar ¿cómo obligan al cliente a comprar ese juego tan malo?  Quince años después, leyendo un libro de Dominique Nora titulado “La conquista del ciberespacio” obtuve mi respuesta:  “(…) A principios de los ochenta, Steve Ross, jefe de los estudios Warner, llamó un día al jefe de su filial Atari para que sacaran un juego basado en la película ET de Steven Spielberg en seis semanas(…)”.  Esta decisión se basó en seguir explotando la aceptación de E.T. en niños y adolescentes de la época, pero “(…) el resultado fue un histórico fracaso de 65 millones de dólares (…)” explicaba Nora.  A pesar de considerarse el primer videojuego basado en un largometraje, E.T. the extraterrestrial es visto como uno de los fracasos más significantes en la industria del entretenimiento interactivo.  No fue suficiente el rotundo éxito de este film  en salas de cine de todo el mundo para repetir la hazaña en su versión Atari.  A pesar de los casi 800 millones de dólares en boletería vendida y superar éxitos taquilleros de años anteriores como El Padrino, El Exorcista y Tiburón, la versión de E.T. en el formato Atari quedará para el olvido, millones de críticas en la Web lo confirman.  Pero la fórmula Hollywood+Videojuegos siguió registrando pérdidas y desaciertos, esta vez le tocó el turno al famoso Mario Bros.  (continuará)
Publicado en Versión Final el 06 de julio de 2011

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domingo, 4 de septiembre de 2011

Viernes Negro


Por: Hender Viloria
El “viernes negro” es recordado por los venezolanos como un capítulo triste de nuestra historia económica reciente, un suceso que impactó directamente el costo de la vida de los ciudadanos  Aquel 18 de febrero del año 1983, un decreto presidencial devaluó el bolívar – por cierto, ese sí era “fuerte”- al eliminar el control de la divisa a 4,30 Bs. por dólar, además se restringió la venta de dólares al público.  Desde entonces la moneda nacional perdió terreno frente al dólar a tal punto de pasar de 4,30 Bs en ese año, a situarse en 1.170 Bs veinte años después.  Pero no todo fue negativo, pues la dificultad de adquirir dólares permitió la búsqueda y contratación de talento artístico nacional, un ejemplo palpable fue lo sucedido en el programa Sábado Sensacional hace 28 años.
Recuerdo en la Venezuela Saudita bajo el mandato de Luís Herrera, el inolvidable Amador Bendayán se jactaba de presentar cada sábado una selección de artistas de alta factura internacional.  El olor a “Hollywood” en la aduana de Maiquetía se hacía frecuente, diversos artistas arribaban a Venezuela y todos declaraban el mismo destino: Venevisión.  Cantantes como Michael Jackson -con sus deslucidos hermanos- y algunos famosos de las exitosas series televisivas transmitidas por VV como Tatoo (Isla de la Fantasía), Lee Majors (El hombre nuclear), Farrah Fawcett (Los Angeles de Charlie), Lou Ferrigno (Hulk), Robert Urich (Las Vegas), y hasta el mismísimo Sandokan, el Tigre de Malasia, pisaron el estudio 1 de Venevisión, a compartir en vivo con el público de Sábado Sensacional.  Un sábado de mediados del 83, los televidentes esperaban, como de costumbre, el anuncio de traer a Superman, Batman, la Mujer Maravilla, o el regreso de Michael Jackson, pero... ¡Sorpresa! Los próximos invitados sonaban muy criollitos: un tal Guillermo Dávila, un disque Frank Quintero, Montaner, Karina o alguien llamada la primerísima Mirla… el rating de Venevisión bailaba sobre una gelatina.  Sin embargo, la riesgosa estrategia asumida por el Canal de la Colina rindió sus frutos: hoy en día el talento artístico venezolano fluye como los campocortos y las matas de mango, el “imbatible de los sábados” sigue en la pantalla, nuestra música suena cada vez más en el exterior, pero la ganancia mayor es ver como hemos aprendido amar y valorar lo nuestro.
  En lo personal considero que la promoción del artista nacional debió existir siempre y no esperar un control de divisas para darles su merecido espacio.  Sadel, Mario Suárez y el Puma lograron proyectarse a pesar de la bonanza petrolera que irónicamente perjudicaba al artista nacional.  Debemos luchar como venezolanos para que el ejercicio alienante de épocas pasadas no se repita.
Publicado en Versión Final el 25 de mayo de 2011

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sábado, 3 de septiembre de 2011

Radioaficionado: mi primer facebook


Por: Hender A. Viloria M.
El término redes sociales es más viejo que un terreno, como también lo ha sido el desarrollo de tecnologías para comunicar a la gente. Sin embargo se ha querido asociar las RS a recientes servicios digitales como el Facebook o el Twitter.  De allí que la juventud de hoy con actitud presumida le preguntan a sus padres: “¿Cómo hacían ustedes para contactar a sus amigos antes de existir el Facebook?”, o con arrogancia comentan “no me imagino la vida sin computadores ni teléfonos celulares”.  Ante tales interrogantes quiero exaltar que ya en los 80 existían tecnologías para conectarnos y relacionarnos con nuevas amistades: la fiebre del radioaficionado.
La radioafición, tecnología con más de 100 años de existencia, consta de un aparato similar a un reproductor de carro con un radio de mano, todo conectado a una gran antena colocada en el techo de la casa.  Su gran novedad era el uso de frecuencias, bandas o canales de transmisión en la que diversos radio-operadores se comunicaban desde su hogar a grandes distancias.  Posteriormente los radios portátiles o walkie talkie popularizaron aún más la radiotransmisión. Actualmente taxistas, policías y otros oficios dan uso a este sistema económico e inalámbrico.  A diferencia del teléfono, no es necesario saber el número para llamar a un contacto, es cuestión de coincidir en alguna frecuencia y empezar a conversar.
A pesar de que la radioafición no fue tan masiva y popular como ahora lo es Internet, significó un punto de partida para relacionar al hombre, las tecnologías y la comunicación.  Los miembros de esta comunidad o “Red” se limitaba a un reducido grupo de personas con inquietudes sobre el mundo de las telecomunicaciones...la radiotransmisión se introduce entonces, por aquellos años 80, en hogares marabinos y su impacto fue casi tan eufórico como Facebook o Twitter,
Por supuesto la radioafición tenía sus limitaciones ya que era netamente auditivo, pero la ecuación de poseer una tecnología en el hogar, comunicarnos a distancia, hacer amigos y estar informados, es la misma experiencia que vemos ahora con las redes digitales. Esto demuestra que las tecnologías de la información y la comunicación cambian, evolucionan, lo que se mantiene son las necesidades de comunicarnos y relacionarnos.  Los hábitos de hacer contacto con conocidos, hacer nuevas amistades, crear grupos o clanes, buscar información de interés local, seguir a un contacto, ya existían en nuestros tiempos más remotos… Las radiotransmisiones fueron de alguna manera, nuestras redes sociales, por eso lo considero mi primer Facebook.